Molleindustria y el espíritu de los ‘radical games’

El colectivo Molleindustria produce los mejores juegos radicales. Desde él escribe Paolo Pedercini, quien reflexiona en “Videojuegos y el espíritu del capitalismo” sobre el capitalismo en relación a las mecánicas de juego y la responsabilidad de los diseñadores de juego de generar producciones y códigos que deben «aprender a contar historias y gritar de dolor». Un análisis para los futuros desarrollos imprescindible.

Así introducíamos, en ‘If I can’t play, it’s not my revolution!’, editorial del n.º 5 de Bit y aparte, la apuesta por traducir en ese número «Videogames and the Spirit of Capitalism», de Paolo Pedercini [Molleindustria].

Ahora bien, la filia de ArsGames con este colectivo se remonta a años atrás. Ya en el n.º 0 de Bit y aparte, nuestra compañera Ruth García, usaba como ejemplo las producciones de Molleindustria en «Los videojuegos como herramienta emancipadora en relación al género: de la visibilización a la producción».

Asimismo, en «Ocupando el juego», Luca Carrubba se valía de este colectivo para hablar del método artístio y la creación de juegos experimentales en el n.º 2 de Bit y aparte.

Y Eurídice Cabañes, en la seción Género del n.º 3 de esta revista, listaba Queer Power u Orsgasm simulator como ejemplos indie de nuevas representaciones de la sexualidad.

Así pues, como caso de estudio, Molleindustria nos ha permitido generar bastante literatura en ArsGames, y de ese marco teórico sobre los juegos radicales emanan los principios que nos llevaron a crear en SELLO ARSGAMES Bit-topía, colección de videojugos radicales, de «esos juegos que invitan al jugador a echar una mirada diferente sobre temas que normalmente no están presentes en las creaciones videolúdicas. La radicalidad del juego no está sólo y necesariamente en los contenidos presentados, sino también en las mismas reglas del juego. Romper las reglas es, en este caso, una opción».

Bit-topía cuenta, de momento, con El paraíso de la deuda y Homozapping, juegos de educación financiera y de cuestionamiento de los imaginarios sexuales respectivamente.

Además, siguiendo esta estela, iniciamos hace unos meses el proyecto Juegos del Común, proyecto de ludificación de open data en el que se prototiparon 4 juegos que ponen de manifiesto la problemática de acceso y derecho a la vivienda en Barcelona.

Implementar nuevas mecánicas, nuevas reglas, nuevas lógicas; contar otro tipo de historias; usar el videojuego tal que herramienta para nuevos fines; reapropiarnos del medio, en definitiva, para crear nuevas producciones tanto en forma como en fondo está en nuestras manos, en las de todas. Aunque quede mucho por andar, ya se abrió camino.

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